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Qué Hacer en la Fase de Normalización del Equipo

por | 21-05-2019 | El Proceso de Equipo, Gestión de Equipos

Tiempo estimado de lectura:
4 minutos

La fase de normalización es la tercera etapa del desarrollo del equipo, atendiendo al planteamiento de Tuckman.

Una vez que el equipo ha superado la etapa de agitación (storming), sus integrantes ya trabajan conjuntamente de manera decidida. Se ayudan unos a otros, en lugar de competir. Han resuelto algunos de sus conflictos y actúan como un equipo.

Ya no se enfocan hacia los objetivos individuales. En su lugar, se dirigen a desarrollar un modo de trabajar juntos en el que se respetan las opiniones de los demás y las diferencias. De hecho, se comienza a dar valor a esas distintas formas de percibir y abordar los asuntos como enriquecedora del proceso de equipo.

En esta fase de normalización, trabajar juntos se torna en más natural. Ahora, los miembros del equipo comienzan a confiar mutuamente y se buscan activamente para obtener ayuda y aportes. 

Cuando el equipo alcanza la fase de normalización, en lugar de competir entre sí, sus integrantes se ayudan mutuamente para alcanzar el objetivo común

Fase de Normalización del Equipo. Características

En esta etapa, el equipo ha acordado las reglas para trabajar conjuntamente, compartir información y resolver los conflictos.

Por otra parte, los roles y las relaciones se han establecido, liberando a las personas y facilitando así que se centren en desarrollar y poner en práctica el talento y las capacidades necesarias para obtener resultados.

Ante este escenario, las personas del equipo se sienten abiertas a dar y recibir retroalimentación constructiva, sin sentirse por ello amenazadas o incómodas.

En gran medida esto es posible porque se sienten aceptadas por los demás y más cómodas en el grupo. De tal modo, la ansiedad ante su responsabilidad y el nivel de desempeño en las tareas comienza a desaparecer.

Algunos comportamientos propios de esta fase de normalización son:

  • La evitación del conflicto.
  • Colaboración.
  • Unidad en el esfuerzo.
  • Una adherencia más consistente a las normas básicas del equipo.

Cómo Responder a esta Fase

El líder del equipo ya no está tan involucrado en la toma de decisiones y en la resolución de problemas. Esto es así porque los miembros del equipo pueden trabajar mejor juntos y asumir más responsabilidad. En definitiva, el equipo tiene mayor capacidad de autodirección.

No obstante, en ocasiones el líder deberá intervenir para impulsar el avance cuando este se ha detenido.

Como líder el equipo, asegure que los integrantes del equipo trabajen de forma colaborativa.

Comportamientos del Líder en la Fase de Normalización

Durante la fase de normalización, el líder del equipo tiene la responsabilidad de ayudar a sus colaboradores a ajustarse a su nueva identidad y a potenciar la autoconfianza.

Para ello, actuará:

Atenuando su presencia

A medida que el equipo se torna más independiente, el líder comienza a delegar más responsabilidad a sus miembros; estimulándoles a que lleven a cabo reuniones dirigidas por ellos mismos y a tomar sus propias decisiones.

Sin embargo, esta asunción de responsabilidades puede ser difícil para algunas personas. Por ello, es importante tomar conciencia del esfuerzo que requiere.

Comportamientos del Líder en la Fase de Normalización del Equipo

Comportamientos del Líder en la Fase de Normalización del Equipo

Expresando sus propias ideas

Conforme el grupo se siente más seguro, es más capaz de escuchar opiniones e inquietudes de otros. Si el líder del equipo ha callado algunos ideas y sentimientos sobre el contenido o el proceso del grupo, ahora es el momento de expresarlas.

Esta forma de acción permite aportar nuevas perspectivas, lo que facilita prevenir el “pensamiento de grupo”.

Desafiando al equipo

Los equipos que han llegado a este momento pueden necesitar de más desafíos para mejorar permanentemente sus habilidades.

Plantear a las personas la posibilidad de asumir nuevos retos, es un buen modo de ofrecer oportunidades de crecimiento.

En esta fase de normalización, actúe de forma que promueva las decisiones basadas en el consenso, anime la expresión de ideas, delegue tareas y roles (permitiendo, por ejemplo, que los miembros del equipo dirijan algunas reuniones). Y, por supuesto, evalúe y revise cómo se está comportando el equipo para mantenerlo en el camino hacia un alto rendimiento.

Entrenado al equipo

Los líderes deben entrenar al equipo para mejorar los procesos que llevan a cabo. Una buen opción para el líder es solicitar al equipo la aportación de soluciones, antes de dar las propias.

Tenga en cuenta que, en esta fase de normalización, las personas que forman el equipo pueden ofrecer buenos puntos de vista y soluciones basados en su valía y experiencia.

¿Qué necesitan conocer los equipos en la Fase de Normalización?

En esta etapa las personas del equipo necesitan saber:

  • Que están en condiciones de abordar los problemas y conflictos que se susciten.
  • Cómo el grado de confianza del líder en el equipo crece, y que el líder está dispuesto a facilitar entrenamiento y a darles mayores responsabilidades.
  • Que son capaces de asumir tales responsabilidades.
  • De la existencia de un compromiso común con la creación de un sentido de equipo.
  • Que les esperan nuevos desafíos, en la medida en que avanzan hacia los objetivos comunes.

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