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La Taxonomía de Bloom y los Objetivos de Aprendizaje

por | 10-04-2023 | Entrenamiento y Desarrollo, Gestión de las Personas

¿Qué es la taxonomía de Bloom y cómo aplicarla en la definición de objetivos de aprendizaje? Este artículo lo explica, analizando la formulación original y la revisión más reciente realizada por David Krathwohl.

Cuando planteamos una acción formativa, es imprescindible formular los objetivos de aprendizaje. Es decir, aquello que los participantes han de lograr al finalizar la capacitación. Los objetivos describen lo que se espera conseguir tras un proceso de aprendizaje, y son el punto de referencia para la evaluación de la eficacia de dicho proceso. Porque no es posible desarrollar con un mínimo de eficacia y seriedad un proceso de capacitación si, previamente, no se han definido los objetivos que se persiguen.

La función más importante del formador consiste en orientar y dirigir el aprendizaje de sus alumnos, por lo que es evidente que deberá reflexionar sobre lo que aquellos han de aprender, determinando cómo se evaluará que lo han aprendido realmente. Para esta labor de construcción de objetivos, la taxonomía constituye un magnífico instrumento que nos permitirá formular objetivos de forma jerarquizada y diseñar correctamente una sesión de formación.

Naturaleza y Utilidad de la Taxonomía de Bloom

Una taxonomía de aprendizaje clasifica y ordena jerárquicamente los objetivos del aprendizaje, siendo una de las más importantes la de Bloom1.

Benjamin Bloom fue un psicopedagogo estadounidense con una enorme curiosidad prácticamente sobre cualquier tema. Su hábito a la lectura era de tal magnitud que, siendo niño, se vio obligado a convencer al bibliotecario de Lansford (Pensilvania) de que realmente leía los libros que tomaba en préstamo, y que devolvía en el mismo día, para que le dejara seguir retirando títulos al ritmo en que lo hacía.

Al frente de un equipo de psicólogos de la Universidad de Chicago, desarrolló una jerarquía taxonómica de comportamiento cognitivo de suma importancia para organizar el aprendizaje y medir sus resultados. Por ejemplo, definir un objetivo comenzando con el verbo «describir» permite la medición del grado en que se ha alcanzado una meta de aprendizaje; por el contrario, una formulación que empezara con el verbo «comprender” haría difícil, cuando no imposible, efectuar tal medición. Después de numerosas revisiones, Bloom y sus colaboradores, la publicaron en 19562.

Las principales características de la taxonomía

  • Es un sistema de clasificación educativa, lógica y psicológica.
  • No se expresan contenidos, sino formas de conducta susceptibles de ser aplicadas a diferentes campos temáticos.
  • Se trata de una clasificación jerárquica, en cuanto que cada conducta implica siempre a las anteriores.

La Taxonomía en el Desarrollo Profesional y Organizacional

Aunque la Taxonomía de Bloom es ampliamente conocida y utilizada en el proceso de enseñanza aprendizaje en la educación infantil y académico en general, su utilidad se extiende al desarrollo profesional y la gestión organizacional. En el ámbito del trabajo, permite diseñar programas de formación y capacitación, con objetivos claros y medibles, y evaluar el impacto de las actividades formativas en el desempeño de los empleados.

Por ejemplo, en un curso de liderazgo para mandos intermedios, los objetivos establecidos según la Taxonomía de Bloom pueden abarcar desde el conocimiento de los principios básicos de liderazgo (Conocimiento), hasta la capacidad para implementar estrategias en la gestión de equipos (Aplicación), y finalmente, la creación de planes de acción personalizados para mejorar el clima laboral (Síntesis). Este enfoque asegura que la formación no solo sea teórica, sino también práctica y alineada con los objetivos de la organización.

Igualmente, la taxonomía de Bloom permite un diseño gradual del aprendizaje, lo que significa establecer objetivos de aprendizaje en la formación que se adecúen a las necesidades particulares de las personas participantes. Así, se puede transitar desde los conocimientos y habilidades básicas hacia competencias más complejas.

Ámbitos de Aprendizaje

La Taxonomía abarca tres diferentes niveles, aplicables tanto en ámbitos educativos como profesionales:

  • Dimensión Cognitiva. Relacionada con el desarrollo de habilidades intelectuales, esta dimensión se centra en procesos como recordar, comprender, aplicar y analizar información, así como en la capacidad para sintetizar y evaluar conocimientos. Es fundamental para estructurar el aprendizaje y desarrollar pensamiento crítico.
  • Dimensión Afectiva. Orientada a actitudes, valores y emociones, desde este nivel se aborda cómo las personas se comprometen con el aprendizaje y lo integran en sus valores personales y profesionales. Incluye la disposición hacia el aprendizaje, la interacción emocional con el contenido y la internalización de actitudes y valores.
  • Dimensión Psicomotora. Enfocada en habilidades prácticas y motoras, esta dimensión incluye la capacidad de ejecutar acciones físicas específicas con destreza. Es clave para desarrollar con eficacia actividades que requieren coordinación, precisión y el uso eficiente de herramientas o tecnologías en entornos prácticos.
Ámbitos de aprendizaje
Ámbitos de Aprendizaje

En las siguientes secciones, se analizan las tres dimensiones principales de la taxonomía de Bloom: cognitiva, afectiva y psicomotora. Estas dimensiones se exploran con ejemplos prácticos que ilustran su aplicación en programas de capacitación y desarrollo organizacional, destacando cómo cada una contribuye al aprendizaje y al desempeño profesional.

Aunque la taxonomía de Bloom es ampliamente utilizada en la educación para definir habilidades cognitivas, sus aplicaciones en los dominios afectivo y psicomotor son menos frecuentes. De hecho, la mayoría de los estudios y prácticas educativas se centran en las capacidades cognitivas, mientras que los dominios afectivo y psicomotor han recibido menos atención y desarrollo3. No obstante, estos últimos son fundamentales en áreas como la gestión de equipos, el liderazgo y el entrenamiento técnico, donde el desarrollo emocional y las habilidades prácticas son cruciales para el éxito.

Dimensión Cognitiva de la Taxonomía de Bloom

La taxonomía cognitiva organiza los procesos cognitivos en seis niveles de aapendizaje principales, que pueden representarse como una pirámide jerárquica. Entones, cada nivel corresponde a un tipo de procesamiento cognitivo progresivamente más complejo, desde el uso básico de la memoria hasta la capacidad de emitir juicios fundamentados.

Taxonomía de Bloom

Conocimiento

Es el primer nivel y se centra en la capacidad para utilizar la memoria y recordar hechos, esquemas o métodos, sin efectuar una elaboración del contenido. Este nivel constituye la base para los procesos cognitivos más avanzados, al proporcionar un repertorio inicial de información que puede ser recuperada cuando sea necesario.

Comprensión

Representa el segundo nivel. En esta fase, las personas deben ser capaces de interpretar y traducir la información, expresando las ideas con sus propias palabras. Permite que los procesos cognitivos se amplíen más allá de la memorización, estableciendo conexiones iniciales con el conocimiento existente.

Aplicación

Este tercer nivel implica que las personas utilicen los nuevos conceptos en situaciones diversas, demostrando así la capacidad de transferir el conocimiento a situciones reales que se presentan en su práctica laboral. Aquí es donde los procesos cognitivos permiten la resolución de problemas concretos a través de la acción.

Análisis

Requiere la capacidad de descomponer información compleja en partes más pequeñas, diferenciando sus elementos constituyentes. Este nivel exige no solo comprender la información; además, hay que ser capaz de examinarla críticamente así como identificar relaciones o patrones existentes.

Síntesis

Se sitúa ya en el quinto nivel e implica reunir las partes previamente analizadas para formar un todo coherente. A diferencia del análisis, la síntesis requiere un proceso cognitivo que permita integrar distintos datos e informaciones. Se crea de este modo algo nuevo que no existía previamente. Este nivel exige creatividad, la habilidad anticipar escenarios y la capacidad de construir un patrón a partir de elementos diversos.

Evaluación

Se corresponde con el nivel más exigente. Se relaciona con la formulación de juicios de valor sobre un material (como un informe, ley, declaración o ensayo) con un propósito definido. Este nivel pone en juego procesos cognitivos avanzados, tales como: comparación, justificación y toma de decisiones basadas en criterios bien establecidos.

Cada uno de estos niveles de la taxonomía cognitiva orienta el diseño de objetivos de aprendizaje, permitiendo estructurar actividades y evaluaciones que desarrollen habilidades progresivamente más complejas. Además, los procesos cognitivos asociados a esta jerarquía garantizan que los estudiantes no solo adquieran conocimiento, sino que también sean capaces de aplicarlo, analizarlo y evaluarlo en contextos diversos

Formulando el Nivel de los Objetivos de Aprendizaje


Una vez que hemos descrito los distintos niveles, es el momento de definir los objetivos de aprendizaje en función de dichos niveles. Para facilitar esta labor, existen ayudas como la tabla de verbos relacionados con cada nivel.

En dicha tabla, la definición del nivel se sitúa en la primera columna; ya en la segunda, aparecen los verbos que orientan las acciones con las que se puede alcanzar el nivel correspondiente.

Si se consulta la tabla siguiente, se estará en condiciones de formular objetivos para el nivel que se desee.

Por ejemplo: «Tras la finalización del curso (sección, módulo, lección, …) el participante será capaz de …»

  • Conocimiento: Enumerar los principios fundamentales de calidad en la atención al cliente y los derechos básicos de los usuarios del servicio.

Comprensión: Describir cómo las necesidades del cliente influyen en su percepción de la calidad del servicio ofrecido.

Aplicación: Realizar simulaciones prácticas aplicando técnicas de escucha activa y comunicación asertiva en situaciones comunes de atención.

Análisis: Identificar las causas principales de una queja recurrente y categorizar sus posibles soluciones.

Síntesis: Elaborar un plan de mejora para la atención al cliente basado en la integración de sugerencias recogidas de diferentes fuentes.

Evaluación: Analizar las prácticas actuales del servicio y defender propuestas concretas para incrementar la satisfacción del cliente.

Contamos, entonces, con seis niveles progresivamente jerárquicos para la dimensión cognitiva, desde el simple recuerdo o reconocimiento de hechos, pasando por niveles mentales cada vez más complejos y abstractos, hasta el más alto de Evaluación.

La capacitación deberá planificarse teniendo en cuenta el grado de experticia de los alumnos. Para principiantes, nos centraremos en los primeros niveles de la jerarquía. Si nuestra formación se dirige a un público experto, planificaremos objetivos desde los niveles más avanzados de la taxonomía. 

Dominio Afectivo

El dominio afectivo de la Taxonomía de Bloom se dirige hacia el desarrollo de actitudes, valores y emociones que influyen directamente en cómo las personas se comprometen con el aprendizaje y su posterior aplicación. Este dominio es indispensable en la formación, porque no basta aprender una habilidad o competencia; además, es necesario querer ponerla en práctica y asumirla como parte de los valores personales y profesionales.

Volviendo al ejemplo de la formación en atención al cliente, no es suficiente con que las personas conozcan el proceso de atención y sean capaces de aplicarlo; también deben querer hacerlo cuando regresen a su puesto de trabajo.

Para lograrlo, es necesario que adopten una actitud de servicio al cliente, lo que refuerza la importancia de objetivos como: “motivar a los participantes hacia la mejora de la calidad del servicio y la atención al cliente”. De igual modo, en la formación sobre liderazgo, no basta con que los participantes aprendan técnicas de comunicación abierta y apoyo a sus colaboradores. El verdadero desafío es que desarrollen una actitud favorable hacia un estilo de dirección determinado, de manera que al retomar su actividad diaria deseen transferir al mundo real lo aprendido y practicado.

Este enfoque refleja perfectamente los niveles del dominio afectivo, que abarcan desde la recepción de estímulos hasta la generalización de valores adoptados, integrándolos en el comportamiento cotidiano. A continuación, se detallan estos niveles, acompañados de descripciones y verbos asociados que facilitan el diseño de objetivos formativos.

Niveles del Dominio Afectivo

NivelDescripciónVerbos asociados
AtenciónSer consciente de estímulos o prestar atención a algo en el entorno.Preguntar, elegir, describir, seguir, dar, sostener, identificar, localizar, nombrar, señalar, seleccionar …
RespuestaMostrar nuevos comportamientos como resultado de la experiencia.Responder, ayudar, cumplir, conformar, discutir, saludar, practicar, presentar, leer, recitar, informar …
ValoraciónDemostrar compromiso o involucramiento claro hacia un objeto, idea o fenómeno.Completar, demostrar, justificar, proponer, compartir, estudiar, trabajar, diferenciar, explicar, formular …
OrganizaciónIntegrar un nuevo valor en el conjunto general de valores de una persona, priorizándolos.Adherir, combinar, comparar, defender, generalizar, identificar, integrar, modificar, organizar, preparar …
GeneralizaciónActuar consistentemente de acuerdo con los valores internalizados, reflejándolos en el comportamiento.Actuar, discriminar, influir, escuchar, practicar, calificar, revisar, resolver, verificar, servir …

El Dominio Psicomotor

El dominio psicomotor en la taxonomía de Bloom se centra en el desarrollo de habilidades motoras y la coordinación física, esenciales para ejecutar tareas que combinan conocimiento teórico con acción práctica. Aunque Benjamin Bloom mencionó este dominio, no fue desarrollado completamente por su equipo. Posteriormente, Elizabeth Simpson4 estructuró esta área en una taxonomía detallada que clasifica las habilidades psicomotoras en siete niveles, desde las más simples hasta las más complejas.

Niveles del Dominio Psicomotor

A continuación, se presenta una tabla que resume la propuesta de Simpson. Proporciona un marco estructurado que facilita la evaluación del aprendizaje psicomotor, la identificación de objetivos específicos y la implementación de estrategias pedagógicas ajustadas a las necesidades de los estudiantes. Además, subraya la importancia de integrar teoría y práctica para el aprendizaje y el desarrollo profesional.

NivelDescripciónVerbos asociados
PercepciónUso de los sentidos para obtener información y guiar la actividad motora. Implica reconocer estímulos sensoriales relevantes para una tarea.Detectar, identificar, seleccionar, aislar.
Disposición Preparación física, mental y emocional para realizar una acción específica. Incluye la actitud adecuada hacia la tarea.Mostrar, iniciar, preparar, proceder.
Respuesta guiadaEjecución inicial de tareas bajo supervisión o instrucciones. Es la etapa de aprendizaje asistido, donde se utiliza ensayo y error.Imitar, seguir, ensayar, intentar.
MecanismoRealización de una tarea aprendida con confianza y competencia. La habilidad se ha convertido en habitual y se ejecuta con cierta eficiencia.Manipular, ensamblar, calibrar, operar.
Respuesta compleja manifiestaEjecución precisa y automática de actividades motoras complejas. Las acciones se realizan de manera eficiente, incluso en situaciones inesperadas.Ejecutar, coordinar, perfeccionar, dominar.
AdaptaciónModificación de habilidades motoras para ajustarse a nuevas situaciones o resolver problemas. Incluye flexibilidad y creatividad.Construir, diseñar, originar, crear.
CreaciónDesarrollo de movimientos originales para enfrentar situaciones particulares. Implica innovación en las soluciones basadas en habilidades motoras.Construir, diseñar, originar, crear.

Importancia en la formación y planificación educativa

Esta taxonomía es una herramienta fundamental en la planificación educativa y en el diseño de programas de formación que buscan desarrollar habilidades prácticas y destrezas físicas. Su uso es especialmente relevante en sectores laborales como:

  • Industria y manufactura: Habilidades como ensamblaje, manejo de maquinaria y soldadura.
  • Sector sanitario: Procedimientos médicos que requieren precisión, como cirugías y el manejo de equipos.
  • Tecnología: Operaciones con maquinaria avanzada, robótica y pruebas de prototipos.
  • Artes y diseño: Actividades que demandan coordinación y control, como la música, la pintura y la escultura.

Actualización de la Taxonomía de Bloom

Ya más recientemente, Krathwohl y Anderson han revisado (20015) la taxonomía de Bloom modificando la secuencia original de la dimensión cognitiva.

El cambio más significativo ha sido la eliminación de “Síntesis” y la adición de “Crear”, representando este el nivel más alto de la Taxonomía, asumiendo que esta es la habilidad más exigente y compleja, situándose en el vértice de la pirámide.

Taxonomía Revisada de Krathwohl y Anderson
Actualización de la Taxonomía

Incidir en el Aprendizaje Activo

La Taxonomía de Bloom revisada incide de manera especial en el carácter activo del aprendizaje. Al utilizar verbos de acción, alienta a los formadores a que diseñen actividades que impliquen procesos cognitivos dinámicos, en lugar de limitarse a la memorización pasiva.

Una de las principales modificaciones introducidas en la revisión de la taxonomía es el cambio en la nomenclatura de las categorías, que pasa de expresarse en sustantivos a formas verbales, subrayando así la naturaleza activa de los procesos de aprendizaje:

  • Recordar. Recuperar el conocimiento relevante de la memoria a largo plazo.
  • Comprender. Construir significados partiendo del material presentado, incluyendo comunicación oral, escrita y gráfica.
  • Aplicar. Llevar a cabo o utilizar un procedimiento en una situación dada. Aplicar el material aprendido en situaciones nuevas y concretas.
  • Analizar. Ser capaz de fragmentar y distinguir las partes de la materia aprendida en sus componentes, para obtener una buena comprensión de su estructura organizativa.
  • Evaluar. Elaborar juicios sobre la base de criterios y estándares.
  • Crear. Combinar los elementos para construir un todo coherente, reorganizándolo en un nuevo patrón o estructura.

Los verbos asociados a cada nivel se presentan a continuación.

Verbos aplicados a la Taxonomía Revisada (Krathwohl y Anderson)
Nivel de la Taxonomía de BloomEjemplo de Objetivo Formulado
RecordarIdentificar las ventajas del trabajo en equipo y los roles clave que se desarrollan dentro de un equipo eficaz.
ComprenderExplicar las fases de desarrollo de un equipo y cómo los roles grupales afectan su dinámica.
AplicarImplementar estrategias para realizar reuniones eficaces, incluyendo la planificación, ejecución y evaluación de las mismas.
AnalizarEvaluar los factores que contribuyen al pensamiento de grupo y proponer formas de mitigar su impacto en la toma de decisiones.
EvaluarComparar las características de equipos eficaces con las prácticas actuales en el propio departamento y formular recomendaciones de mejora.
CrearDiseñar un programa integral para fomentar el trabajo en equipo en el departamento, incorporando nuevas tecnologías y estrategias de liderazgo.
Objetivos de un curso vinculados a los niveles de la Taxonomía de Bloom revisada

  1. Otras taxonomías en el ámbito educativo son: la Taxonomía de Marzano y Kendall, la Taxonomía SOLO de Biggs y Collis, la Taxonomía del Aprendizaje Significativo de Fink, o la Taxonomía de Miller para competencias clínicas. ↩︎
  2. Bloom, B. S.; Engelhart, M. D.; Furst, E. J.; Hill, W. H.; Krathwohl, D. R. (1956). Taxonomy of educational objectives: The classification of educational goals. Handbook I: Cognitive domain. New York: David McKay Company. ↩︎
  3. Momen, A., Ebrahimi, M., & Hassan, A. M. (2023). Importance and implications of theory of Bloom’s taxonomy in different fields of education. En M. A. Al-Sharafi, M. Al-Emran, M. N. Al-Kabi, & K. Shaalan (Eds.), Proceedings of the 2nd International Conference on Emerging Technologies and Intelligent Systems (ICETIS 2022) (Vol. 573). Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-031-20429-6_47 ↩︎
  4. Simpson, E. J. (1972). The classification of educational objectives, psychomotor domain. Washington, DC: Gryphon House. ↩︎
  5. Anderson, L. W., y Krathwohl, D. R. (2001). A taxonomy for learning, teaching, and assessing: A revision of Bloom’s taxonomy of educational objectives. New York: Longman ↩︎
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